Hogar    IPX-687 No dejo que mi marido me folle, pero dejo que mi jefe me folle todo el día.

Cásate a la edad que quieras, ten tu propia casa y ten un marido atento que siempre te comprenda. Hikari pensó que viviría una vida feliz por el resto de su vida. Pero al vivir juntos, convirtiéndose en la familia del otro, estaba claro que amaba mucho a Kota pero se sentía extremadamente avergonzada cuando su esposo la vio desnuda. Ese sentimiento creció cada vez más y ella continuamente se negaba cada vez que su marido quería tener relaciones sexuales con ella. Y alguien apareció para romper la pesada y estancada vida de Hikari. Esa persona es Yamamoto, el jefe de Kota. Una vez que Kota se emborrachó, Yamamoto tuvo que llevarlo de regreso a casa y habló brevemente con Hikari. Su impresión de él es bastante buena, una persona sencilla y amable mezclada con un sentimiento de soledad. Al día siguiente, como olvidó la caja de sus tarjetas de presentación, Yamamoto vino a recogerla. Hacía mucho calor afuera, así que Hikari lo invitó a entrar a tomar una taza de té. Durante este tiempo, los dos hablaron más entre ellos. Hikari le contó sobre su vida y los sentimientos que encontró cuando estaba cerca de su marido. Yamamoto también compartió que su ex esposa tuvo una aventura con otra persona. Él se enteró, pero no se lo dijo y simplemente se divorció de ella, asumiendo todo el daño. A partir de ese momento, Hikari sintió inmediatamente las dificultades, los sentimientos de soledad, el sufrimiento de Yamamoto, así como su madurez, experiencia y virilidad. Con motivo del viaje de negocios de su marido durante el fin de semana, Hikari invitó a Yamamoto a su casa a tomar una copa. Mientras bebía, Hikari de repente confesó y lo besó proactivamente. Ella también se sorprendió cuando hizo eso. Parece que Yamamoto tampoco se negó. Pensando eso, Hikari inmediatamente se volvió más proactiva. Aunque sea por poco tiempo, ella quiere estar a su lado, calentar su frío corazón, darle alegría y ser su esposa...